1. Ora
Dios ya sabe cuan desanimada te sientes, pero quiere que le hables sobre tus sentimientos y que escuches como su espíritu te guía. Drena honestamente tu frustración en Dios y ten en mente que a él le importa lo que estás pasando. Pídele a Dios que abra tus ojos espiritualmente para que seas capaz de ver tus circunstancias desde su perspectiva. Ora por la liberación de las circunstancias que no son la voluntad de Dios y persevera para fortalecerte a aceptar circunstancias que si son su voluntad hasta que aprendas todo lo que se supone que debas aprender de ellas.
2. Recuerda quién es Dios.
Cambia el enfoque de tus circunstancias causantes del desánimo a Dios. Recuerda que él es amor y es el todopoderoso. Confía en que Dios te ayudara porque eso es consistente con su carácter.
3. Prepárate para las situaciones desalentadoras que te puedas encontrar
Cada día, Satanás tratara de desanimarte de alguna forma, pero puedes protegerte de esos ataques con algunas disciplinas espirituales básicas. Ora, lee y refléjate en la biblia, escribe un diario, y conversa con un compañero de oración para darse aliento y ánimos el uno al otro.
4. Quédate con tus asignaciones
Piensa y ora por el trabajo que actualmente estás haciendo por Dios. Pídele que te aclare si en verdad fue el quien te guió a tus asignaciones actuales. Reflexiona en los éxitos y fallas que has experimentado hasta ahora y ve si puedes reconocer un patrón que te ayude a discernir sobre si lo que estás haciendo es lo que se supone que estés haciendo. Si te parece como si Dios quisiera que lo hicieras solo necesitas superar algunos retos mientras lo haces, no cedas. Por el contrario, lucha contra el desaliento escribiendo una visión fresca sobre como continuar tu trabajo en el futuro.
5. Obtén la guía de un consejero cristiano
Si tu desaliento se ha profundizado y estas luchando por superarlo, comparte tus preocupaciones con un consejero cristiano quien puede darte consejos bíblicos sobre como continuar.