"HONROSO SEA EN TODOS EL MATRIMONIO, Y EL LECHO SIN MANCILLA..." (Hebreos 13:4)
Durante el desayuno, una mujer le preguntó a su marido: "Si yo muero, ¿te volverás a casar?". "Probablemente", respondió el marido. "¿Viviría ella en nuestra casa, dormiría en nuestra cama y usaría mi equipo de golf?". "No" respondió él, "¡ella es zurda!". El amor puede ser ciego, ¡pero el matrimonio realmente te abre los ojos! De hecho, hay momentos en cada matrimonio en los que tienes que "apretar los dientes", pedir paciencia, y recordar tu compromiso delante de Dios. Sin embargo, hay muchas razones para disfrutar de tu matrimonio. Aquí tienes cinco:
(1) "Afiliación" exclusiva. Cuando "honr(oso)as el matrimonio, y el lecho sin mancilla..." (Hebreos 13:4), disfrutas de todos los privilegios de un "club" de sólo dos miembros. Piensa por un momento: ¿Quién conoce tus gustos, desagrados, alegrías y penas mejor que tu pareja? Esto es lo que os mantiene juntos.
(2) Doble enriquecimiento. Dios dijo: "Goza de la vida con la mujer [¡o el hombre!] que amas..." (Eclesiastés 9:9). Recapacita: ¿para qué sirve el éxito si no tienes a nadie con quien compartirlo?
(3) Fuerza en la unión. Recuerda: "A uno que prevalece contra otro, dos lo resisten..." (Eclesiastés 4:12). Dos personas en una relación sólida: "Mejor son dos que uno..." (Eclesiastés 4:9).
(4) Alguien en quien apoyarte. La Biblia dice: "...si [alguien] cae(n), el uno levantará a su compañero..." (Eclesiastés 4:10). En un buen matrimonio, cuando uno de los dos está cansado por la lucha diaria, el otro puede sustituirle temporalmente.
(5) Un objetivo más alto. El matrimonio no tiene que ver sólo con el final de la soledad; desde la perspectiva de Dios también es ser un ejemplo al mundo del amor que Él tiene por su pueblo. Así que, ¡disfruta de tu matrimonio!
Publicados en "La Palabra Para Hoy", escrito por Bob y Debbie Gass, con la colaboración de Ruth Gass Halliday