LOS DESIERTOS EN LA VIDA CRISTIANA
En la biblia podemos ver que Moisés se la creyó, pensó que Dios le iba a usar a él y mató al egipcio. Luego quiso mediar entre dos hebreos pero atemorizado huyó al desierto. ALLÍ DIOS LOS TRATÓ DURANTE CUARENTA AÑOS PARA QUE DEJARA DE CONFIAR EN SI MISMO, EN SU FUERZA Y EN SU CAPACIDAD.
Luego de ese tiempo, Moisés tomaría la decisión de ser usado por Dios. Liberaría al pueblo hebreo: 1) quebrantado, 2) con humildad 3) en dependencia de Dios. Eso garantizó su éxito. Dios obró tremendamente a su favor.
Los desiertos son necesarios en la vida cristiana. Estos provocan el trato de Dios quebrantando nuestra autosuficiencia y purificando nuestras motivaciones provocando una dependencia exclusivamente de Él frente a las decisiones más importantes de la vida. En el desierto sí o sí me encuentro con Dios, porque Él tiene un propósito y es la única salida.
Un hombre en la carne mató a uno, un hombre quebrantado, con solo levantar la mano, mandó al fondo del mar al ejército más poderoso de la tierra.
Pr. Ángel Negro