‘Jehová es grande en poder’
1, 2. ¿Qué maravillas había contemplado Elías, y qué sucesos espectaculares presenció desde la cueva del monte Horeb?
ELÍAS ya había contemplado antes maravillas: cuervos que le llevaron comida dos veces al día a su escondite, dos recipientes cuyo contenido de harina y aceite no se agotó durante una larga hambruna e incluso fuego que cayó del cielo en respuesta a su oración (1 Reyes, capítulos 17, 18). Con todo, nunca había visto nada semejante.
2 Acurrucado a la entrada de una cueva del monte Horeb, presenció una serie de sucesos espectaculares. Primero, un vendaval que debió de hacer un ruido ensordecedor, porque era tan fuerte que partía montañas y quebraba peñascos. Luego, un terremoto que liberó extraordinarias fuerzas de la corteza terrestre. Finalmente, un fuego que cundió por la región, por lo que Elías tuvo que sentir el sofocante calor (1 Reyes 19:8-12).
“¡Mire!, Jehová iba pasando”
3. ¿De qué atributo divino vio demostraciones Elías, y dónde más lo hallamos evidenciado?
3 Aquellos acontecimientos que vivió Elías tenían un denominador común: eran demostraciones del enorme poder de Jehová. Claro, no es preciso ser testigo de un milagro para comprender que él posee esta cualidad, pues es claramente manifiesta. La Biblia nos indica que la creación da prueba de su “poder sempiterno y Divinidad” (Romanos 1:20). No hay más que pensar en los cegadores relámpagos y resonantes truenos, la magnificencia de una imponente catarata o la sobrecogedora inmensidad de un cielo estrellado. ¿No percibimos en todo ello la fortaleza divina? Sin embargo, en el mundo actual son pocos quienes disciernen este atributo de Dios, y muchos menos quienes saben con exactitud en qué consiste. Si logramos entenderlo, tendremos múltiples razones para acercarnos a él. Por consiguiente, en esta sección efectuaremos un estudio detallado de su incomparable poder.
Atributo esencial de Jehová
4, 5. a) ¿Qué relación existe entre el nombre de Dios y Su poderío? b) ¿Por qué es adecuado que Jehová eligiera al toro como símbolo de su poder?
4 El Altísimo es inigualable en potencia. Jeremías 10:6 dice: “De ninguna manera hay alguien semejante a ti, oh Jehová. Tú eres grande, y tu nombre es grande en poderío”. Observemos que el poderío se relaciona con el nombre Jehová, el cual, como recordamos, al parecer significa “Él Hace que Llegue a Ser”. ¿Qué permite a Dios crear lo que él desea y llegar a ser lo que él decide? Principalmente, su poder. En efecto, su capacidad de actuar, de realizar su voluntad, es infinita y constituye uno de sus atributos esenciales.
5 Dado que nos resulta imposible comprender cabalmente la magnitud de su poder, Jehová ilustra esta cualidad de diversas maneras. Por ejemplo, ya hemos mencionado que simboliza esta cualidad con el toro (Ezequiel 1:4-10). Y es una elección idónea, pues aunque esté domesticado, este animal sigue siendo grande y fuerte. Quienes vivieron en la Palestina de tiempos bíblicos rara vez, si acaso alguna, se enfrentaron a criatura más vigorosa. Pero sí conocían una especie más intimidante, el toro salvaje, o uro, que hoy se encuentra extinto (Job 39:9-12). El emperador romano Julio César indicó que era de talla algo menor que la del elefante. “Grande es su fuerza y velocidad”, escribió. Imaginémonos qué pequeños y débiles nos sentiríamos ante tal criatura.
6. ¿Por qué le corresponde solo a Jehová la designación “el Todopoderoso”?
6 De igual modo, los hombres son seres minúsculos e impotentes en comparación con el Dios de poder, Jehová, a cuyos ojos, hasta las grandes naciones son comparables a polvo sobre una balanza (Isaías 40:15). A diferencia de sus criaturas, él tiene poder infinito, y por ello recibe en exclusiva la designación “el Todopoderoso” (Revelación [Apocalipsis] 15:3). * Es “vigoroso en poder” y posee “abundancia de energía dinámica” (Isaías 40:26). Constituye la fuente inagotable de poder y no depende de nada externo para obtener energía, pues “la fuerza pertenece a Dios” (Salmo 62:11). Ahora bien, ¿de qué medios se vale para ejercerla?
Cómo ejerce Jehová su poder
7. ¿Qué es el espíritu santo de Jehová, y qué idea transmiten los términos originales empleados en las Escrituras?
7 De Jehová brota un incesante caudal de espíritu santo, es decir, de poder divino en acción, o, como lo llama Génesis 1:2, de “fuerza activa”. Los vocablos bíblicos (en griego y hebreo) que se traducen por “espíritu” pueden verterse en otros contextos “viento”, “ráfaga”, “soplo” y “aliento”. Según los lexicógrafos, estos términos originales transmiten la idea de una fuerza dinámica invisible. El espíritu santo, igual que el aire en movimiento, escapa al ojo humano, pero sus efectos son reales y perceptibles.
8. ¿Qué designaciones simbólicas se emplean en la Biblia para referirse al espíritu de Dios, y por qué son adecuadas?
8 El espíritu santo es aplicable a un sinnúmero de cometidos, y Jehová lo usa para realizar todos sus propósitos. De ahí que la Biblia lo llame simbólicamente su “dedo”, “mano fuerte” o “brazo extendido” (Lucas 11:20; Deuteronomio 5:15; Salmo 8:3). Tal como empleamos la mano para realizar una amplia gama de tareas que requieren diversos grados de fuerza o de delicadeza, Dios utiliza su espíritu para lograr cualquier objetivo, sea crear el infinitesimal átomo, dividir el mar Rojo o facultar milagrosamente a los cristianos del siglo primero para hablar en lenguas extranjeras.
9. ¿Sobre quiénes se extiende el dominio de Jehová?
9 Jehová también ejerce su poder valiéndose de su autoridad como Soberano Universal. ¿Nos imaginamos lo que sería disponer de millones de súbditos inteligentes y capaces ansiosos de cumplir nuestras órdenes? Pues él posee tal dominio. Le sirven muchos seres humanos, que en las Escrituras se asemejan a menudo a un ejército (Salmo 68:11; 110:3). Sin embargo, los hombres son débiles en comparación con los ángeles. En una ocasión en que el ejército asirio atacó al pueblo de Dios, bastó un ángel para exterminar a 185.000 soldados en una sola noche (2 Reyes 19:35). En efecto, estos espíritus de Dios son “poderosos en potencia” (Salmo 103:19, 20).
10. a) ¿Por qué recibe el Todopoderoso el título Jehová de los ejércitos? b) ¿Cuál es el ser más poderoso que ha creado Jehová?
10 ¿Cuántos ángeles existen? El profeta Daniel contempló en una visión más de cien millones de criaturas espirituales ante el trono celestial de Jehová, pero nada indica que se tratara de la totalidad (Daniel 7:10). Por consiguiente, su número tal vez ascienda a centenares de millones. Este hecho explica que Dios reciba el título Jehová de los ejércitos, el cual hace referencia a su elevada posición de Comandante de un enorme y bien organizado cuerpo de vigorosos ángeles. Sobre todos ellos ha colocado a su amado Hijo, “el primogénito de toda la creación” (Colosenses 1:15). Dado que Jesús es el arcángel —el jefe de todos los ángeles, serafines y querubines—, es el ser más poderoso que ha creado Jehová.
11, 12. a) ¿De qué maneras ejerce poder la palabra de Dios? b) ¿Cómo atestiguó Jesús la magnitud del poder de Jehová?
11 Jehová dispone de otro medio. Hebreos 4:12 dice: “La palabra de Dios es viva, y ejerce poder”. ¿Hemos observado la fenomenal potencia de su palabra, es decir, su mensaje inspirado por el espíritu, que ahora se conserva en la Biblia? Es capaz de vivificarnos, fortalecer nuestra fe y ayudarnos a realizar grandes cambios. El apóstol Pablo previno a sus hermanos cristianos contra las personas muy inmorales, y luego añadió: “Sin embargo, eso era lo que algunos de ustedes eran” (1 Corintios 6:9-11). En efecto, “la palabra de Dios” ejerció su poder y los llevó a reformarse.
12 Este atributo de Jehová es tan inmenso y sus medios para ejercerlo tan efectivos, que nada se interpone en su camino. Como dijo Jesús, “para Dios todas las cosas son posibles” (Mateo 19:26). ¿Con qué propósito utiliza su poder?
Utiliza su poder con un propósito
13, 14. a) ¿Por qué decimos que Jehová no es una fuente impersonal de energía? b) ¿De qué formas utiliza su poder?
13 El espíritu santo es inmensamente superior a las fuerzas físicas. Por otro lado, Jehová no es una mera fuente impersonal de energía, sino un Dios personal con pleno control de su poder. Ahora bien, ¿qué lo mueve a usarlo?
14 Como veremos, Jehová se vale del poder para crear, destruir, proteger, restaurar..., en fin, cuanto sea oportuno para sus propósitos perfectos (Isaías 46:10). A veces lo utiliza con el fin de revelar importantes aspectos de su personalidad y normas. Sobre todo, lo encamina a cumplir su voluntad: vindicar su soberanía y santificar su sagrado nombre por medio del Reino mesiánico. Nada frustrará nunca dicho propósito.
15. ¿Con qué propósito emplea Jehová su poder en el caso de sus siervos, y cómo lo demostró con Elías?
15 Dios también utiliza su poder para beneficio de cada uno de nosotros. Notemos lo que dice 2 Crónicas 16:9: “En cuanto a Jehová, sus ojos están discurriendo por toda la tierra para mostrar su fuerza a favor de aquellos cuyo corazón es completo para con él”. Hallamos un claro ejemplo en la experiencia de Elías, mencionada al principio. ¿Por qué recibió aquella imponente demostración de potencia divina? Pues bien, la malvada reina Jezabel había jurado ejecutarlo, así que el profeta tuvo que huir para salvar la vida. Parecía que todos sus afanes habían sido en vano, y se sentía solo, acobardado y desalentado. El Altísimo lo confortó con un vívido recordatorio de Su fuerza. El viento, el terremoto y el fuego le demostraron que contaba con el respaldo del Ser más poderoso del universo. ¿Por qué temer a Jezabel teniendo de su parte al Dios omnipotente? (1 Reyes 19:1-12.) *
16. ¿Por qué nos consuela pensar en el gran poder de Jehová?
16 Aunque ya no es tiempo de que efectúe milagros, Jehová no ha cambiado desde la época de Elías (1 Corintios 13:8). Tiene el mismo deseo de usar su fuerza a favor de quienes lo aman. Aunque reside en las alturas, en el mundo espiritual, no está muy lejos de nosotros. Ante su poderío sin límites, la distancia no es obstáculo. Más bien, “Jehová está cerca de todos los que lo invocan” (Salmo 145:18). En cierta ocasión, el profeta Daniel imploró su ayuda, y no había acabado la oración, cuando se le apareció un ángel (Daniel 9:20-23). Nada le impide ayudar y fortalecer a quienes ama (Salmo 118:6).
¿Tan poderoso que resulta inaccesible?
17. ¿En qué sentido nos infunde temor el poder de Jehová, pero qué tipo de temor no suscita?
17 ¿Debería el poder de Dios infundirnos temor a su persona? Sí y no. La contestación es afirmativa en el sentido de que este atributo divino nos da múltiples razones para sentir temor piadoso —el profundo respeto reverencial mencionado en el capítulo anterior—, temor que, como indica la Biblia, es “el principio de la sabiduría” (Salmo 111:10). Pero la respuesta también es negativa, ya que su potencia no nos da motivo para tenerle miedo morboso, retraernos y dejar de acercarnos a él.
18. a) ¿Por qué desconfían de los poderosos muchas personas? b) ¿Cómo sabemos que el poder no puede corromper a Jehová?
18 “El poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe absolutamente”, escribió lord Acton en 1887. El comentario de este noble inglés se cita a menudo, tal vez porque muchos lo consideran innegable. El ser humano, en su imperfección, suele abusar de la autoridad, como vez tras vez ha confirmado la historia (Eclesiastés 4:1; 8:9). Por ello, no pocos desconfían de los poderosos y les rehúyen. Ahora bien, Jehová posee poder absoluto. ¿Lo ha pervertido en algún sentido? Claro que no. Ya hemos visto que es santo, totalmente incorruptible. No es como los hombres y mujeres imperfectos de este mundo degenerado. Nunca ha abusado de su autoridad y nunca lo hará.
19, 20. a) ¿Qué otras cualidades acompañan siempre al ejercicio del poder de Jehová, y por qué nos reconforta saberlo? b) ¿Cómo ilustraríamos su autodominio, y por qué es atrayente dicha cualidad?
19 Recordemos que el poder no es el único atributo de Jehová. Aún nos quedan por estudiar su justicia, sabiduría y amor. Pero no creamos que él demuestra tales atributos de forma rígida y mecánica, uno por uno. Por el contrario, en los próximos capítulos veremos que siempre ejerce el poder en armonía con la justicia, la sabiduría y el amor. Analicemos otra cualidad divina que pocos gobernantes del mundo manifiestan: autodominio.
20 Imaginémonos a un hombre cuya estatura y fortaleza nos intimidan. Sin embargo, con el tiempo observamos que es amable y nunca da mal uso a sus fuerzas, sino que está siempre dispuesto a emplearlas para ayudar y proteger a sus congéneres, sobre todo a los más indefensos y vulnerables. Aunque se le difama sin causa, mantiene un porte firme, pero calmado, digno y amable. Nos preguntamos si seríamos capaces de actuar con tanta bondad y autodominio, sobre todo si fuéramos igual de robustos. Al ir conociéndolo, ¿no nos atraería este hombre? Pues tenemos muchas más razones para acercarnos al Dios todopoderoso. Examinemos la frase completa en que se basa el título del capítulo: “Jehová es tardo para la cólera y grande en poder” (Nahúm 1:3). Él no se apresura a utilizar su fuerza contra nadie, ni siquiera contra los malvados. Manifiesta apacibilidad y bondad, y ha demostrado que es “tardo para la cólera” frente a un sinnúmero de provocaciones (Salmo 78:37-41).
21. ¿Por qué se contiene Jehová de obligar a la gente a hacer su voluntad, y qué nos enseña sobre él este hecho?
21 Analicemos el autodominio divino desde otro ángulo. Si tuviéramos poder ilimitado, ¿sentiríamos a veces la tentación de obligar a los demás a actuar en conformidad con nuestros deseos? Pues bien, Jehová, omnipotente como es, no fuerza a las personas a servirle, y eso que es el único modo de obtener vida eterna. Por el contrario, las dignifica concediéndoles libre albedrío. Advierte de las consecuencias de escoger mal y explica las recompensas de hacerlo bien, pero deja la elección en nuestras manos (Deuteronomio 30:19, 20). Sencillamente, no tiene ningún interés en que le sirvamos obligados o por miedo malsano a su impresionante potencia. Busca personas que deseen servirle por voluntad propia, por amor (2 Corintios 9:7).
22, 23. a) ¿Qué indica que a Jehová le complace otorgar poder a otras personas? b) ¿Qué trataremos en el próximo capítulo?
22 Veamos una última razón para no tener pánico al Dios omnipotente. Los altos cargos humanos suelen ser reacios a compartir su poder. En cambio, Jehová se complace en otorgárselo a sus siervos fieles. Por ello, delega considerable autoridad en otras personas, entre ellas su Hijo (Mateo 28:18). Pero también imparte poder a sus siervos de otra manera. Dice la Biblia: “Tuya, oh Jehová, es la grandeza y el poderío y la hermosura y la excelencia y la dignidad; porque todo lo que hay en los cielos y en la tierra es tuyo [...]; y en tu mano hay poder y potencia, y en tu mano hay facultad para hacer grande y para dar fuerzas a todos” (1 Crónicas 29:11, 12).
23 En efecto, Jehová nos fortalecerá gustoso. Hasta imparte “poder que es más allá de lo normal” a quien desea servirle (2 Corintios 4:7). ¿No nos atrae este Dios dinámico, que emplea su poder con tanta bondad y rigiéndose siempre por sus justos principios? En el próximo capítulo analizaremos cómo se vale de él para crear.