Lo único mejor que imaginar un mundo mejor, es crearlo... pero si seguimos tratando de resolver los nuevos desafíos con ideas viejas, vamos a terminar frustrados como tantos. Para generar cambios en la sociedad, necesitamos seguidores de Cristo que amen a Dios con toda su mente, que moldeen la cultura en las aulas, los noticieros y las salas de programación. Necesitamos mentes santas que compongan canciones, hagan películas, redacten normas y planten compañías. Necesitamos más innovadores y menos comentaristas; menos críticos y más creadores; menos imitadores y más soñadores. ¡Un mensaje retador!